Vaya, si lo hubiese sabido antes... me hubiera ahorrado imaginarte.
Mientras respiraba el aire del norte, algo me hacía imaginarte. Odié ese algo... pero poco a poco se ancló a mis ojos y lo toqué.
Durante todo ese tiempo tu imán me atraía como al hierro, y como abeja a la miel acudía detrás tuyo. Pese a mi larga soledad, necesitaba seguir imaginandote, pero sobretodo tocarte.
Mis ojos pasaron tantas noches sin cerrarse por estar tu ahí intentando entrar en mí! Y yo dejándome...
Pese a todo, no te dejé hacer nada que ahora impidiera a mis ojos cerrarse.
En parte agradezco tu in-personalidad y tu manera de actuar, me has quitado el peso de mi sombra de encima... En un intento de "ser tú" me has abierto las puertas de tu carcel.
Y solo una cosa más, te perdono.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario