Haces la vista gorda y sin darte cuenta te ves cómo el personaje de una série de héroes. La falsedad te encarcela en su poder y la vida se vuelve una farsa.
Le evitas, te crees duro, te piensas que puedes con todo y acudes cuando no complaces tu amigo interior, el que se encarga de evadirte de los demás, el que te hace ser el único habitante de esta tierra.
Luchas por cosas y no paras de quejarte que son inalcanzables, no paras de hecharle la culpa de tu error, de tu supuesto in-poder. Me acuerdo de tu cabezonería por ser cómo aquello, siempre escuchaba tus lamentaciones y tus lloros. Un día te distes cuenta que el nivel era el mismo y desesperastes por eso. ¿Realmente qué quieres?
No sabes lo qué quieres, bueno sí, sabes que quieres ser lo que a tí te hace sentir bien, quieres complacerte con cosas in-eternas, durante semanas te sirven de flotador, hasta que caes y te das cuenta que no era agua, sinó asfalto. Qué idiota eres!
Aún y haberte caído no sé cuantas veces sigues comprándote flotadores, ¿hasta cuándo seguirás con tu orgullo? ¿Hasta cuándo le evitarás y le reconocerás? ¿Hasta cuándo llorarás por tus fracasos? Eres estúpido.
Siempre te ha mostrado su mejor perfume para tu vida, te ha ayudado a salir de los pozos por los que te caístes y ¿sigues rogándole para complazerte?
Le evitas, te crees duro, te piensas que puedes con todo y acudes cuando no complaces tu amigo interior, el que se encarga de evadirte de los demás, el que te hace ser el único habitante de esta tierra.
Luchas por cosas y no paras de quejarte que son inalcanzables, no paras de hecharle la culpa de tu error, de tu supuesto in-poder. Me acuerdo de tu cabezonería por ser cómo aquello, siempre escuchaba tus lamentaciones y tus lloros. Un día te distes cuenta que el nivel era el mismo y desesperastes por eso. ¿Realmente qué quieres?
No sabes lo qué quieres, bueno sí, sabes que quieres ser lo que a tí te hace sentir bien, quieres complacerte con cosas in-eternas, durante semanas te sirven de flotador, hasta que caes y te das cuenta que no era agua, sinó asfalto. Qué idiota eres!
Aún y haberte caído no sé cuantas veces sigues comprándote flotadores, ¿hasta cuándo seguirás con tu orgullo? ¿Hasta cuándo le evitarás y le reconocerás? ¿Hasta cuándo llorarás por tus fracasos? Eres estúpido.
Siempre te ha mostrado su mejor perfume para tu vida, te ha ayudado a salir de los pozos por los que te caístes y ¿sigues rogándole para complazerte?
Ríndete ahora que te has dado de morros, sinó volverás a flotar en tus egoísmos y así hasta que sea demasiado tarde.
Tu fantástico amigo,
el subsconciente.